Si vivir en este país es tu objetivo, hoy te mostramos cómo obtener la residencia en Australia de cinco maneras distintas ¡Seguro alguna puede llegar a funcionarte!
Porque si algo es cierto en la vida, es que este país enamora. Ya sea que vengas unos meses a estudiar inglés o un par de años a hacer tu carrera, siempre vas a querer quedarte un poquitito más.
De hecho, hay quienes nos preguntamos ¿Cómo hago para quedarme para siempre?
¿Cómo consigo la residencia en Australia para seguir disfrutando de estos hermosos paisajes, su extraordinaria riqueza cultural y obviamente, sus excelentes salarios?
Bueno, acá tienes las cinco maneras más usadas para lograrlo:
1. Residencia con Skilled Visa
Esta es la opción más común para quienes deciden tramitar una visa de inmigración permanente.
Se trata de un visado con el que postulas de acuerdo a tus habilidades.
En este sentido, si el mercado australiano tiene escasez de cierto tipo de profesional, podrías entrar con tus conocimientos a llenar ese vacío.
Entonces, si el Gobierno Australiano, con sus investigaciones, descubre que hacen falta electricistas, añaden esta profesión a la Lista de Ocupaciones en Demanda, para que electricistas calificados de todas partes del mundo se postulen y llenen esas plazas.
A su vez, el Department of Home Affairs valúa los candidatos a estas visas usando un listado de criterios, que, si se cumplen en mayor o menor medida, darán más o menos puntos.
¡Y para poder postular a este visado es necesario completar por lo menos 65 puntos!
2. Residencia con una Regional Skilled Visa
El mundo no acaba si tu profesión no está en la lista SOL, pues también tienes la oportunidad de encontrarla en la Lista Regional.
Esta lista tiene las profesiones que están siendo requeridas por cada Estado de Australia.
Entonces, puede que personas con tu experiencia y conocimientos no estén siendo necesitadas en Australia en general; pero puede que sí las estén requiriendo en el estado de Tasmania, por ejemplo.
Tal vez hayas escuchado de este tipo de visa antes, pues es aquella en la que debes irte a vivir por un mínimo de dos años al estado al cual hiciste la solicitud.
3. Residencia en Australia con un Sponsorship
Con este tipo de visa el proceso es al contrario; aquí tú no pides la visa, sino que tu empleador la solicita por ti.
En este orden de ideas, lo primero que debes hacer es conseguir un trabajo en Australia y dar lo mejor de tus capacidades para que la empresa se interese en tenerte como uno de sus activos.
Estas herramientas pueden ayudarte a encontrar trabajo en Australia:
3.1. JobSearch
Esta es una poderosa plataforma de búsqueda de empleo, diseñada por el Gobierno Australiano.
JobSearch además de permitirte permite filtrar por ciudades y pueblos de Australia, también te enseñan a buscar trabajo, a crear tu currículum, y te dan consejos clave sobre cómo buscar empleo en este país.
3.2. Seek
Seek es el portal de búsqueda de empleo más grande de Australia. Y además de usarlo para buscar empleo, te sirve para ver los salarios promedio, y para hacer una evaluación de los perfiles y habilidades que están buscando los empleadores en Australia.
3.3. Portales especializados
Además de los sitios web de búsqueda de empleo conocidos, puedes averiguar cuál es el sitio web especializado en búsqueda de empleo, para tu industria en particular.
Por ejemplo, Engineering Jobs está especializado en la búsqueda de empleo para ingenieros; así como Teachers On Net se enfoca exclusivamente en trabajos dentro del sector educativo.
Para obtener este tipo de visa, también funciona bien el prestarse primero como voluntario.
Pues eso te da la oportunidad de entrar a las compañías y una vez adentro, probar que eres un empleado valioso y necesario, un empleado por el que vale la pena hacer todo el trámite de visado.
Cabe resaltar que esta visa es válida durante el tiempo que estés laborando con la empresa que te patrocina; sin embargo, luego de unos años de estar bajo la modalidad de patrocinio y dependiendo de tu tipo de visado, podrás solicitar la residencia permanente.
4. Residencia con Auto-Sponsorship
“Si se necesita una empresa para ser patrocinado ¿puedo yo mismo crear esa empresa para que me dé el Sponsorship?” La respuesta corta es, sí.
Esta es una opción desconocida por muchas personas, sin embargo es una de las maneras más sencillas de lograr la residencia si eres una persona emprendedora, disciplinada y buena para los negocios.
Lo único que se necesita es tener una empresa legalmente constituida en Australia (y cuando decimos empresa es una empresa, no una persona).
Tu empresa además de un plan de negocios, debe tener una vacante para ser ocupada por un “trabajador calificado”.
Este cargo no puede ser fácilmente realizado por un ciudadano australiano y en su lugar, eres tú quien tiene las habilidades necesarias para realizarlo (algo así como diseñar un cargo que solamente podrías ejercer tú).
Obviamente sobre el papel todo vale, por eso el Gobierno Australiano para evitar las empresas fachada, exige que tu compañía además de estar legalmente constituida, funcione normalmente, tenga clientes y facture un monto considerable de dinero.
5. Residencia en Australia con Partner Visa
Como dicen por ahí, el amor es la causa y la solución a todos los problemas de la vida.
Bueno, pues si el amor está de tu lado y tienes la suerte de que tu alma gemela además tenga ciudadanía australiana, residencia permanente o tenga ciudadanía elegible de New Zealand, podrás postular a este tipo de visa.
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Por supuesto se necesita que dicha persona sea mayor de edad, pero también que hayan estado casados o en una relación estable (con pruebas de que viven juntos, tienen cuentas bancarias mancomunadas, etc.) durante mínimo 12 meses.
Muy importante ⚠️
Este artículo es netamente informativo; detrás de cada una de las visas que acá te mostramos hay un complejo proceso migratorio, por lo que es imprescindible que te asesores con un Agente Migratorio calificado y reconocido por MARA.
Esta persona, además de profundizar la información que acabas de leer y aclarar las mejores opciones según tu caso particular, se encargará de acompañarte desde el principio y hasta el final del proceso.
